martes

Y SE HIZO LA LUZ


Deambulaba por las calles del olvido. Los ojos de los transeúntes reflejaban halos de tristezas, de melancolías, moribundas almas.

Se preguntaba cuáles podrían ser los motivos de cada uno de sus compañeros de paseo para encontrarse tan perdidos como él.

El ambiente estaba sobrecargado de colores grises, estaba espeso, masticable, casí no podía respirarse.

De pronto, se cruzó con una dulce y bonita muchacha y la miró.

Ella le devolvió la mirada. La observó y la estudió pormenorizadamente.

Descubrió que aún estando ella embriagada por la aflicción, se reconocía en esa mirada Azul. Ese azul se clavó fijamente en sus pupilas.

Asombrosamente, ella le preguntó:

¿Me puedes dar un motivo para seguir viviendo?

Ya no le hablaba a través de sus ojos, le hablaba a través de su corazón.

¿Existen escaleras tan altas como para elevarme hacía la Luz?

Ese azul ya no sólo estaba clavado en sus pupilas, le atravesó como una dulce espada su alma.

Sintió como si de repente un halo de esperanza lo abrazara. Fue como una estrella fugaz que suplicaba instalarse ahí, en esa alma también lánguida y triste.

Sintió la necesidad de venerar ese azul. Su alma la acariciaba y la embriagaba cómo si de hidromiel se tratara.

Y se juró en silencio que la adoraría . En ese instante el tiempo se paro y sintió nacer de nuevo.

A través de ese impulso que sólo conocen las almas enamoradas, la sujetó de la mano, la tomó con dulzura pero con firmeza, y clavando ahora sus pupilas luminosas en su mar azul, le dijo:

He vuelto a nacer para amarte hasta la eternidad.

Toma mi escalera para que subamos peldaño a peldaño. Huyamos pues, de este mundo de seres inertes.
Y se hizo la Luz.

1 comentario:

  1. Encuentro de almas gemelas, flechazo instantaneo, renacer...

    Fantástico Rosa

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