jueves

EL HADA VERDE


Hoy volví a pensar en ti.

Recuerdo la primera vez que te vi. Ahí estabas detrás de esa mesa en el escenario, disertando sobre la controversia que ha causado la absenta a lo largo de la historia.
En aquél momento, estaba bastante enfadada porque la redacción del periódico en el que trabajaba me había obligado a cubrir esa conferencia, cuando lo que realmente deseaba era estar en Oriente Próximo como reportera de guerra.
Pero bueno, al fin y al cabo, tuve que admitir que llevaba poco tiempo en ese rotativo y me tenían más o menos a modo de prueba.
Allí estabas, frente a mí. Y empecé a soñar.

Me resultabas desafiante, solícito, tus ojos negros como la noche, tu pelo ensortijado, tu boca golosa.
Una vez terminada la ponencia, estábamos todos los periodistas invitados a un cóctel y nos dirigimos a la sala contigua.
Me encontraba muy nerviosa y alterada ante tu presencia. Me di un giro brusco y tiré la bandeja del camarero. Y entonces fue cuando depositaste tu mirada en mí.Me inundaron ráfagas de fulgor. Te acercaste y amablemente me ofreciste tu servilleta para que me secara. Dulcemente acercaste tus labios y me susurraste muy cerca del oído:

- Vaya rollo de conferencia ¿no?

A raíz de esa pregunta, conversamos distendidamente y alegremente toda la noche.

Meses más tarde con motivo de cubrir una noticia en Barcelona, te llamé y salimos a cenar.Nuestros sentidos se avivaron tras la ingesta de alcohol. Y llegamos a su apartamento.Esa noche nos sumergimos en ese Universo del que nos hicimos dueños. Susurramos deseos en alto. Nuestros pálpitos se mezclaron y se convirtieron en uno. Nuestras bocas surcaron mares. Intercambiamos mieles. Apagamos volcanes.

¡Éxtasis sublimes!

Nos encontró la luz filtrada por la ventana, amanecimos inundados de vestigios del amor.

Ahora, desde éste país exótico, perdida en el Pacífico. Y noches como ésta, como único techo las estrellas y una Luna ardiendo que me habla, hace que vuelva a pensar en ti. A nadie encontré que se parezca a ti.

Todavía en mi recuerdo llevo impregnado tu aroma. Tu recuerdo lo guardo como reliquia en mi memoria, mi religión es el invocar a esa noche eterna.

2 comentarios:

  1. Dª Rosa, tengo mucho gusto en saludarla en esta casa que es como usted, un alarde de buen gusto y sensibilidad.

    Con todo mi afceto, Doñita.

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  2. Holitas, te descubri este nuevo blog

    Me gusta, con el buen gusto que te caracteriza siempre!

    Me quedo, me gustan los lugares acojedores y calidos!

    Un besito Rosa

    ¡Feliz finde!

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