martes

UNA NOCHE DE AMOR


El ardor que había en sus ojos habían sido suficiente para hacer descabellada la idea de hablar. Apenas habían cruzado el umbral de la habitación, cuando sintió que no habían inhibiciones entre ellos ni falso pudor. Atrapó la deliciosa boca con la suya mientras se apretaba con su cuerpo. Él desabrochó con dedos ansiosos los botones que encontró en su camino, en busca de la cálida piel y su húmeda feminidad, tan frenética como la de él. Ella le hincó las uñas en los hombros mientras lo recibía en su interior.
Las yemas de los dedos recorrieron sus cuerpos y se convirtieron en pentagramas perfectos para así manifestarse en musicalidad sublime.
Susurros al oído, conquista con el estandarte hambriento, muertes súbitas para después resucitar en ráfagas por pieles rociadas de aromas.
Las veredas de la piel recorridas por peregrinos en búsqueda de reposo. Para más tarde de nuevo beber de fuentes a borbotones.
Amores intensos, ternuras desordenadas, suspiros ahogados, anhelos satisfechos, miradas cómplices.

A duo con Mayte Castillo del blog: Intimidad

3 comentarios:

  1. Que delicia leerte así de apasionada Rosa,es un lujo.
    Besitos.
    Morgana

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  2. UY!!me parece leer que hablas de "la petit mort"¿cierto?
    Me encanta esta otra faceta tuya Rosa ,)
    Muchos besos

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  3. Realmente apasionante Rosa. Una perfecta unión de amantes.

    Fantástico.

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