domingo

MIGUEL Y LA SOMBRA (CAPITULO II)

Relato de Beau Bummel

A Miguel le llamó la atención el precioso bronceado de aquella piel. Era un hermoso brazo de mujer. Terso, estilizado, bien formado. Mientras observaba su ir y venir pensó que le gustaría saber a quién pertenecía. Repasó mentalmente el vecindario pero no encontró a nadie que pudiera ser la afortunada dueña de la perfecta extremidad anatómica. Volvió a aparecer para cerrar el armario y entonces Miguel pudo ver con claridad el perfil de una espalda femenina plena de sol que culminaba en una larga pierna, prieta y torneada cuyo dintel era una nalga en la que el sol había dibujado la silueta de la braguita de un sugerente bikini. Un temblor recorrió a Miguel. Se sintió totalmente despejado y atento a lo que estaba contemplando. La consciencia de la desnudez de la mujer penetró con fuerza dentro de él y quedó paralizado esperando ansioso las evoluciones de la insospechada y placentera visión. Apoyado en el alfeizar de su ventana, no fue consciente de que él también estaba desnudo hasta que sintió cómo su miembro tropezaba con el frío cristal que la remataba por abajo. Estaba excitado y sintió la fuerza de su erección como hacía años que no la sentía. Posiblemente desde que empezaron a ir mal las cosas con su exmujer. La recordó jóven y desnuda. El azabache de sus cabellos sobre su generoso pecho envuelto en seda y encaje. Sabía que ese recuerdo le estimularía aún más y no lo evitó. Laura era una hermosa jóven cuando la conoció. Bien formada, de formas rotundas, y elegante. Bella e inteligente, apenas le quedaban dos cursos para acabar la carrera de Derecho con extraordinaria brillantez. Nadie comprendía el motivo por el que aquella "diosa", capaz de sobresalir en cualquier disciplina, había sido capaz de prendarse del bohemio Miguel. Él tampoco y en su inconsciencia se dedicó a consumirla poco a poco hasta que ella, cansada madre y hembra harta de sus desplantes, decidió descubrir los amoríos de Miguel con una prometedora modelo publicitaria de rubia melena, voluptuosas medidas y escasas ideas. Les pilló en la cama, él lamiendo alternativamente los senos de ella mientras la modelo le cabalgaba enloquecida a punto del orgasmo. Hacía cuatro años de eso. Cuatro años de una degeneración autodestructiva buscando sexo fácil aprovechándose de su estatus de madurito interesante entre las jovencitas a las que daba clases en la universidad. Y ahora estaba allí, solo, desnudo y erecto ante la visión de una extraordinaria hembra".

(Continuará)

6 comentarios:

  1. Quedo espectante, apoyada en el alféizar de la ventana del blog, esperando la evolución de esta placentera visión de palabras que, desnudas danzan mientras las observo desde el otro lado.

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  2. Es un honor ser amadrinado por Lady Rosa. Y un verdadero placer construir el relato de Miguel sabiendo que está bajo el acerado escrutinio de la turbadora mirada de Lady I am.

    Espero que Miguel esté a la altura…

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  3. Cuídate un mundo ¿Sí?
    Besos y hasta pronto.

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  4. Cúantos hombres hay así por el mundo!!!!!!!

    Van destruyendo todo lo bueno de su vida, por simples caprichos, por pasar un buen rato con cualquiera que se les cruce en su camino...

    Espero que Miguel reaccione y "cambie". Nunca es tarde...

    Aquí me quedo esperando Beau.

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  5. Merci monsieur pour la chanson, c'est trés belle

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