Tu saliva vestirá mi piel desnuda
Tu lengua será el cincel de mi tibio cuerpo
Sentiré tus firmes manos posarse sobre mis senos
Tu aliento en mi cara me abrasará, te beberé con avaricia.
Tus dedos desembocarán en los oscuros rincones de mis deseos.
Escucho tu agitada respiración.
Me esclavizo ante tu lava, ardo en ella.
Mis entrañas se contraen con espasmos y llegas a los confines de mi ser:
Comunión de nuestros cuerpos y nuestras almas.
Preciosa comunión, sí..
ResponderEliminarBesos primaverales.