"El agua no se detiene, ni vacila, fluye naturalmente. Se deja llevar, impulsada, vertiginosamente, deleitándose de maravillas a su paso"
Fluimos como el agua de un río de aguas cristalinas,
nos bañamos entre amores y tersuras,
nos besamos el corazón.
Nuestras almas confluyen al unísono, desbordantes de sosiegos,
y nos mecemos por brazos de ternuras.
Nuestras esencias se colman de eternidades.
El río emana amaneceres, atardeceres y anocheceres.
Desembocamos en el mar de fuego.
Nuestras almas tiemblan.
Entre amaneceres, atardeceres y anocheres va pasando el tiempo de puntillas en la danza de la vida.
ResponderEliminarCuando cuerpo y alma se funden, el universo se queda corto ante tan hermosos pensamientos
ResponderEliminarUn besito!
Un mar de fuego que nos envuelve con su calor, sin lastimarnos, sin quemarnos...
ResponderEliminarTe dije que te visitaría y aqui estoy, sensibilidad a flor de piel se respira en este riconcito.Un placer leerte..
ResponderEliminarbesos.